La esperanza viene en envases pequeños.. y cuadrados

En el arte, como en la vida, se agradece la originalidad. Lo cierto es que son innumerables los músicos y cantantes que siguen reciclándose año con año, ya sea porque quieren seguir vendiendo o porque simplemente no tienen más que ofrecer. El primer impulso, ante uno de estos artistas o “artistas” es huir, correr como desesperado hacia el clásico más próximo (añada el nombre de su grupo favorito, yo me voy por The Cure) para salvarse de semejante maldad.

Así que, qué pasa cuando un artista presenta su segunda producción o el disco que siguió a “su gran hit”. Muchos sucumben ante la presión e intentan hacer algo tan diferente de lo que habían hecho que acaban convertidos en caricaturas. Otros siguen con la formulita y por supuesto, son pocos los que son capaces de reinventarse y salir airosos en la prueba.


Creo que Travis no lo logró. Closer, el primer sencillo de su nuevo álbum “The Boy With No Name”, podría haber sido parte de su anterior producción, sin problemas. Pero antes de que se me adelanten a criticar a este grupo por su falta de originalidad tengo que decir algo: a mi me gusta y mucho.

Y es que, aunque se agradece la originalidad, también se agradece la honestidad. No todos los que se dedican al arte tienen la posibilidad de hacer algo completamente diferente y propositivo a cada paso. Hay gente que puede realizar una cierta tarea y hacerla muy bien, pero no tiene porque saber hacer otra cosa. ¿O sí? Y visto desde esa perspectiva, lo que saben hacer Francis y compañía lo hacen y muy bien y yo agradezco que no hayan puesto sonidos industriales en su música, “pa que suene diferente”.

Han pasado ya 4 años desde que este grupo sacó su último disco y muchas cosas han cambiado. Lo que me gusta es que, de las canciones que he escuchado de este nuevo disco (el grupo ha estado presentándolas en su myspace) es que me suena a Travis, simplemente Travis, y la verdad, no me molesta.

Prefiero eso a la grandilocuencia con que Coldplay se maneja en estos días (y no, no es que no me gusten, pero hay algo que este grupo perdió con la fama y con todos los rumores y los “se casó con” que afectó a su música y le quito “eso” que nos hizo adorar Parachutes), o el acercamiento a la cursilería de Keane, o la creciente experimentación, que raya un poco en la locura, de Radiohead.

Radiohead y Coldplay son grandes muy grandes, y no admiten términos medios en cuanto a nada. Travis ha navegado de a poco, no son la banda más grande aunque si tienen éxito y seguidores pero aún así, siguen siendo Travis.


Así que el video de Closer ya está en su página si lo quieren checar. Supuestamente el disco estará producido por Nigel Godrich y tendrá una colaboración de KT Tunsall y la portada es maravillosamente buena.

Hasta hace poco, y creo que incluso hoy en día, yo hubiera huido como de la peste de cualquier grupo que hiciera rolas parecidas, o que me sonaran parecidas. No sé si está en las sutilezas, o que este grupo sabe hacer muy bien lo que hacen, pero con Travis no puedo. Supongo que ya estaba bien de tantos nuevos discos negativos. Necesitaba un poco de esperanza en la música y Travis regresó a dármela.


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